Artículo escrito por: Jim Adams
En algún momento u otro todos necesitamos una segunda oportunidad con Dios. Le fallamos. Tomamos una decisión ya sabiendo que no es la correcta. Nos dejamos llevar por los sentimientos, los deseos, o por las presiones de otros y cometemos errores penosos. Así que pecamos y nos encontramos lejos de Dios y en gran necesidad. ¿Nos dará Dios una segunda oportunidad? Y si la respuesta es sí, ¿qué tenemos que hacer para recibirla?
I. Si buscas a Dios en humildad, te limpiará (versículos 1-4)
A. Aunque hayas pecado, Dios tiene el oído presto a tu clamor (1-2).
B. El te limpiará de tus pecados si los confiesas y pides perdón (3-4).
El perdón de Dios no es porque sea indulgente hacia el pecado, sino porque quiere producir en nosotros una reverencia nueva al ver la inmensidad de su gracia y amor hacia nosotros en Cristo (Romanos 5:8).
Como Dios te ama, no basta sólo con perdonarte y dejarte abandonado en tu pecado y sus consecuencias. Quiere limpiarte y quiere levantarte. . . para que camines con él.
II. Si buscas a Dios en fe, te levantará (versículos 5-8)
A. Tienes que esperar la respuesta de Dios con fe (5-6).
Los centinelas y los vigilantes nunca dudan que vendrá el amanecer y un día nuevo. No debemos dudar que vendrá la respuesta de Dios y, con ella, un día nuevo, o sea, una segunda oportunidad.
B. La respuesta de Dios es la única que te traerá misericordia* y abundante redención** (7-8).
Al encontrarse en necesidad, muchos se impacientan y se valen de sus propios medios o de los consejos de amigos para solventar la situación. No caigas en ese error! Solo sirve para llevarte más lejos de Dios. La respuesta de Dios es la única adecuada y es la perfecta para tus necesidades.
*Misericordia = la palabra hebrea “heded” que significa “amor que no falla”.
**Abundante redención = rescate pleno, véase Tito 2:14
Si buscas a Dios, te limpiará de tus pecados y te levantará de las consecuencias de ellos para que puedas caminar en comunión con él. Estas dos promesas se cumplen solo por fe en la obra y la persona de Jesucristo.
Seamos fieles esperando y confiando solamente en Jesucristo,
Fuente: ObreroFiel.com
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