La mayoría de las iglesias de las denominaciones tradicionales se han quedado sin ideas. Lo demuestra su apego por utilizar en sus planes de trabajo los famosos “40 días con propósito”. «50 días de Fé», G12, Modelo de Jesus, Visión Celular, Ect. Observan como los mejores modelos a aquellas congregaciones que tienen miles en cantidad de miembros, templos más grandes y sofisticados, entre otras cuestiones que llenan la vista y despiertan la sensualidad (y por qué no, la frivolidad de algunos).
Esto tiene su razones, pues nada es porque sí. En primer lugar, sus modelos de misión ya no responden a las circunstancias actuales; en segundo lugar, las iglesias neo-pentecostales y sus “logros” dominan el panorama evangélico, representando toda una “cultura” que se ha impuesto, sin lugar a que se discuta.