No hay una formula para vivir totalmente dependiente del Señor. Todo lo que te puedo ofrecer es lo que Dios me ha estado enseñando en esta área. Él me ha enseñado dos cosas sencillas sobre como darle total control.
Primeramente, tengo que estar convencido que el Señor esta ansioso y deseoso de hacerme conocer su voluntad, aun en los detalles más pequeños de mi vida. Tengo que creer que el Espíritu Santo que habita en mi sabe cual es la voluntad de Dios para mí, y que me guiará y me hablará.
“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad,… Él me glorificará, porque tomará de lo mío y os lo hará saber.” (Juan 16:13-14). Jesús nos esta diciendo que el Espíritu Santo nos transmutara la mente y voluntad de Dios. “Entonces tus oídos oirán detrás de ti la palabra que diga: Este es el camino, andad por él…” (Isaías 30:21).
Quizás ahora mismo estas en medio de alguna aflicción, quizás una causada por una decisión de parpadeo. Aun así, el Señor te promete, “Tu oído interno escuchará mi Espíritu diciéndote, “Ve en esa dirección. Haz esto. Y no hagas eso…”
Segundo, tenemos que orar con una fe firme por el poder para obedecer la dirección de Dios. La escritura dice, “Pero pida con fe, no dudando nada, porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor” (Santiago 1:6-7).
Cuando Dios nos dice que hagamos algo, necesitamos poder para poder permanecer el curso y obedecerle totalmente. A través de cinco décadas de vida en ministerio, he aprendido que Satanás y la carne siempre sembrarán dudas y preguntas en mi mente. Y necesito la fuerza del cielo para no decir “sí” a cualquier situación que Jesús ha dicho “no.”
Muchos de nosotros oramos, “Señor, sé lo que me has dicho. Pero todavía no estoy seguro que esa era tu voz la que estaba hablando. Es más, ni siquiera sé si soy lo suficiente espiritual para tan siquiera reconocer tu voz. Por favor, solo abre o cierra la puerta para mí en este asunto.”
Esa no es la respuesta de fe que él esta buscando de sus hijos. Puedes orar todo lo quieras, por horas o aun días a la vez, llorando y suplicando. Pero si no oras con fe—creyendo que el Espíritu Santo te guiará, tal como Jesús ha prometido—la mente de Dios nunca será transmitida a ti. Él espera hasta que estás comprometido a aceptar cualquier cosa que te diga y obedecerle sin cuestionar. Nuestra respuesta a él debe ser, “Señor, tú eres el Capitán de mi salvación. Que se haga tu voluntad en mi vida.”
A veces, Dios puede pedirte que hagas algo totalmente irrazonable. Para un pastor campestre como Wilkerson, era absolutamente irrazonable dejar su pequeño pueblo y partir hacia la ciudad de Nueva York a predicarle a miembros de pandilla Mau Mau.”
Hubo solo una razón por la que el fue: porque Dios le dijo que lo hiciera. Allí fue donde conocio a Nicky Cruz. Ahora, décadas después, los cientos de miles que se han entregado a Cristo como resultado de esa dirección irrazonable continua multiplicándose.
Dios no engaña a su pueblo; él ha prometido hacer su voluntad clara a todos los que le buscan. Y cuando le damos total control de nuestras vidas, escucharemos su voz detrás de nosotros, diciendo: “Este es el camino, siervo amado. Ahora camina en él con confianza. Tengo todo bajo control.”
Deja una respuesta