Yo pude haber jugado a la política con la crisis, pude valerme de ella para sacarle provecho electoral, pero nunca he sido un demagogo ni un oportunista. Habría sido un acto de irresponsabilidad que yo mismo no me lo hubiera perdonado jamás porque soy un hombre de principios y de valores. Pero tampoco el pueblo, ni la historia, me lo perdonarían nunca.



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