Acelera que voy rápido!!

Por 

Alfredo Ferreras-P  Ciudadano dominicano(barahonero)

EN HONOR A MIS IRRECUNCIABLES CONVICCIONES DEMOCRÁTICAS, HAGO ESTA CARTA-DOCUMENTO DE CONOCIMIENTO PÚBLICO

Señores:

FEDERACIÓN DE FUNDACIONES PATRIÓTICAS
FUNDACIÓN HÉROES DE LUPERÓN
FUNDACIÓN HÉROES DE CONSTANZA, MAIMÓN Y ESTERO HONDO
FUNDACIÓN HERMANAS MIRABAL
FUNDACIÓN HÉROES DEL 30 DE MAYO
FUNDACIÓN MANOLO TAVÁREZ
FUNDACIÓN TESTIMONIO
PONCIO POU SALETA, HÉROE NACIONAL
MAYOBANEX VARGAS, HÉROE NACIONAL;  INTELECTUALES,

“No se puede fingir anti-trujillismo para condenar una novela mientras se es fiel imitador de la política del peor trujillista: Joaquín Balaguer”. Hamlet Hermann

Nota inicial: Hace años deseaba escribir esta carta- documento; pero me sentía intimidado por el calibre de los destinatarios.  El momento de escribir llegó; y lo escrito: Escrito está.

Señores héroes e intelectuales, les felicito por la perseverancia en sus ideales.

Distinguidos señores, soy un humilde ciudadano dominicano que, harto de la pontificación de utopías; de falsos mitos insepultos y de tanto forraje informativo ascendido al rango de noticia por los medios de comunicación de masas decido; por los medios a mi alcance y asumiendo anticipadamente los riesgos consecuentes, participar en el libre intercambio de opinión que es imposible plantear en el modelo de gobierno que muchos de ustedes aún anhelan para nuestra República Dominicana.

Un aislado evento literario ha servido de chispa para reavivar las flamígeras llamas de un antitrujillismo que oscila de lo patriótico a lo patriotero y ustedes, héroes e intelectuales, son los vanguardistas de esta nueva “gesta”. Como es natural en nuestra cultura de “información”, cada pulgada cuadrada de la geografía nacional ha sido alertada de la gran hecatombe que puede sobrevenirnos por haberse otorgado el premio nacional de literatura(género novela) a la escritora Aida Trujillo; dominicana residente en Madrid, nieta del dictador Trujillo, hija de su primogénito Ramfis y absolutamente desconocida en nuestra sociedad antes de la objeción al galardón recibido.

Señores héroes e intelectuales, “A la sombra de mi abuelo” es el título de la obra que ha elevado hasta el paroxismo su mezcla de patriotismo y heroicidades que, en muchos casos, no es otra cosa que el usufructo permanente de un onomástico de cuestionable  beneficio para la democracia dominicana y de sonoros patronímicos;  fusionados  éstos a un foquismo romántico, exteriormente inducido e inoportuno; además, política, cívica y militarmente insostenible. Conozco la elevadísima rentabilidad que aportan a sus herederos esa mezcla de onomástico, romanticismo, utopía y patronímicos. Conozco perfectamente que la era de las comunicaciones permite a muchos sacar de sus closets objetos obsoletos e insignificantes y permutarlos por preciosos diamantes, y no está mal, probablemente yo haría lo mismo; pero estamos en el 2009, no en 1969, 1966 ó 1964. Es inevitable que dividamos el siglo el  XX  político dominicano en tres  segmentos de años y sujetarlos a la ley de la tricotomía.

Señores, ya basta, dejémonos de discursos catedralicios y responsablemente fajémonos a postular acerca del pre-trujillismo(1900-1930), trujillismo(1930-1961) y post-trujillismo(1961-2009). Ya está bueno de considerar héroes nacionales a quienes probaron con el tiempo que actuaron bajo un proyecto personal(un ejemplo: ¿Dónde estaba el general Imbert Barreras cuando el pueblo reclamaba el retorno de Bosch y la Constitución ’63). Ya basta de considerar héroes nacionales a quienes desde el poder hubiesen reeditado las mismas tragedias del dictador Trujillo y hasta las hubiesen superado.

Trujillo es una realidad histórica adredemente ignorada, pero también satanizada por quienes temen descender de un pedestal de heroicidad sostenido por un antitrujillismo inconsistente. Un antitrujillismo de postalitas, sostenible porque día tras día hay mayor disposición de despojar a la sociedad dominicana de su memoria histórica y de capacidades para yuxtaponer acontecimientos relevantes. Un antitrujillismo decadente, circunstancial y selectivo; que desciende a cuestionar el otorgamiento de un premio a una genética trujillista de tercera generación como recurso útil de notoriedad. Si Aida Trujillo fuese despojada del premio legítimante ganado, sería la más pírrica victoria que ese antitrujillismo atesoraría en sus archivos de heroicidades.

Señores héroes e intelectuales, yo no soy trujillista, porque soy un defensor intransigente de esos derechos humanos que no contravienen los inmutables e irreductibles valores cristianos; pero me harté de guardar silencio ante la permanente comparación del trujillismo con la teocracia del Huerto del Edén. En mis cotidianos paseos por el siglo XX dominicano descubrí, dolorosamente, que todos los males del trujillismo tienen su contraparte en el pre y en post-trujillismo; pero el 90% de sus bondades (o como quieran llamarlas) carecen de contrapartes en el pre-trujillismo de caciques, caos y generales bananeros y; obvia y alarmantemente, no existen en el presente estado fallido al que estamos siendo degradados.

Señores, con el respeto que les acredita su condición, les recomiendo la siguiente dinámica: Tomen el siglo XX dominicano y ampútenle el segmento 1930-1961. En ese espacio vacío sitúen más de lo mismo, del antes y el después. ¿Qué les quedaría? Estoy segurísimo que tendrían un Sahara dividido en tantos cacicazgos como generales bananeros fueran capaces de autodesignarse. Es un ejercicio simple, ¡háganlo! Ustedes, por su condición de intelectuales y héroes son históricamente los mejores informados.

Es su legítimo derecho satanizar al trujillismo más allá del infierno, los comprendo. Presentan este período como la más tenebrosa noche dominicana, quisiera comprenderlos. Ustedes están muy satisfechos con la designación de “raza inmortal” a quienes enfrentaron militarmente al Tirano, aceptable.  Muchos de ustedes carecen de reacciones patrióticas frente a eventos de nuestra cotidianidad que tienen que ser confrontados, no los puedo comprender. Por muchos años vendieron un producto llamado “30 de mayo” como “día de la libertad”, llegué a comprarlo; pero hace tiempo decliné su uso porque tengo muchas preguntas para formularles:

a)      ¿Qué tipo de libertad disfrutamos en el post-trujillismo?

¿La de hacer lo que nos da la gana?

b)     ¿Qué problema esencial se le ha resuelto al pueblo dominicano?

¿Seguridad?, ¿alimentación?, ¿salud?, ¿educación?, ¿vivienda?, ¿agua potable?, ¿energía eléctrica?

c)      ¿Qué hicieron con las empresas que ensamblaron a Corde?

d)     ¿Dónde están las tierras del Cea?

e)      ¿Quiénes se han robado las áreas verdes y han privatizado cientos de km de costa  marítima?

f)       ¿Qué otra libertad celebramos en la era post-trujillista?

¿La de enriquecerse del modo más descarado e inescrupuloso que puede concebir el cerebro humano?

¿La que tienen los delincuentes para atracar y asesinar 24/d a lo largo y ancho del país?

¿La que tienen algunas estructuras militares para desdoblarse en mafias organizadas?

¿La del cofresito parlamentario?, ¿la del hombre del maletín?, ¿la de los contrabandistas sin rostro?, ¿la que tuvieron algunos “banqueros” para hacer colapsar los bancos comerciales bajo su control?, ¿la que tienen determinados reclusos para vivir en celdas-suites?, ¿la que tienen la mayoría de las universidades para superpoblar el país con manadas y cepas de analfabetos titulados?, ¿la que tienen extraños “ovnis” para bombardearnos impune y periódicamente con toda clase de drogas?, ¿la que tiene el Presidente para usar el servicio exterior como premios de consolación o para pagar favores electorales?

¿La que tienen unos ex-jodíos que iban y regresaban de la Uasd como Dios los ayudaba para fisionarse en millonarios bajo la alquimia de una función pública?, ¿La de trepar a exigentes posiciones de estado sin reunir el menor de los requisitos?, ¿La que tiene el crimen organizado en su siniestra empresa del secuestro?

g)      Son libertades de la era post-trujillista,

¿Las que tienen los tránsfugas y agentes libres de la política para evacuar membretes  que les propician excelentes facturaciones made in Junta Central Electoral?, ¿la impunidad?

¿Las que tiene el presidente de la República para “administrar” soberanamente la totalidad del presupuesto nacional?

h)     ¿Es conquista del post-trujillismo la capacidad de convocatoria de médicos, profesores y choferes para anarquizar los servicios que ofrecen al pueblo, amparados en una patente sindical?

i)        Es conquista del post trujillismo la porfiriorubiresca vocación de cualquier Recoveco de quinta categoría para rodearse de amantes pagadas por el erario público?

j)       Es conquista del post-trujillismo la existencia de miles de oficiales superiores y generales que son una verdadera pesadilla para el presupuesto nacional y, además,  son “propietarios” de bienes y raíces y, en  muchos casos, contratistas de obras del Estado de jugosa rentabilidad.

¡Cuántos fenómenos más podemos enumerar, que son producto legítimo del pre o del post-trujillismo tardío! si fuera posible citar aunque sea la mitad ellos, tendría que parodiar el epílogo del evangelio de Juan(Jn. 21:25).

Señores héroes nacionales e intelectuales, considerémonos dichosos y bienaventurados,  porque no tenemos necesidad de recurrir ni a los arqueólogos ni a los paleontólogos para conocer los sucesos sociopolíticos del siglo XX dominicano. Nada hay que desenterrar, todo está a la vista y evidenciado por la luz del sol. Las atrocidades del dictador Trujillo están ahí(asesinatos, torturas, exilio, latrocinio, desfloraciones, poderes omnímodos). Se escribirá y hablará de ellas aunque RD dejara de existir; pero es un acto de inmoralidad extrema ignorar por conveniencia; no por agnesia, que esas mismas atrocidades tuvieron y tienen sus hermanas gemelas en el post-trujillismo y en el post-trujillismo tardío, y deben tocarse aunque sea tangencialmente. Veamos algunas:

a)      ¿Qué respuesta dio el Triunvirato en Las Manaclas?

b)     En cada circunstancia, qué ha hecho San Isidro con los prisioneros adversos al régimen de turno?

c)     ¿Qué de la operación limpieza?

d)      ¿Qué del período 1966-1978?

e)     ¿Cómo reaccionó el gobierno de turno a la poblada de abril ’84?

f)      ¿Cuántos de ustedes, en 1996, dieron apoyo irresoluto aquel pacto pro-hispanidad para alejar del palacio nacional el “peligro” de la negritud?

         g)       ¿Quién, cuándo y por qué pronunció la celebérrima frase “entren  tó,  c…ñ…” ?

Honorables señores, la libertad y la justicia no son categorías regionales; son bienes universales, esenciales e inalienables de los seres humanos; por tanto, el disfrute de ellos no es una dádiva de ningún sistema de gobierno, asimismo, ningún sistema tiene derecho a denegarlos. Los seres humanos despojados de estos bienes claman desde todos los rincones del planeta por la solidaridad de sus congéneres, ¿dónde está vuestra solidaridad? Son falsos apologetas de la libertad todos aquéllos que han hecho del antitrujillismo su fuente nutricia de notoriedad;  pero se comportan como focas artísticas frente a la barbarie de otras tiranías, de manera particular, la tiranía que ha consumido al pueblo cubano durante los últimos 50 años. Frente a ésta, además de focas, son ciegos, sordos y mudos. Es políticamente muy inmoral quien no es capaz de medir a Fidel Castro con la misma vara conque Trujillo es medido: Antropófago, abusador, tirano, asesino y genocida.

Honorables señores, muchos de ustedes están endeudados conmigo y otros de mi generación, porque nos enseñaron a llamarle “internacionalista” al soldado cubano que ensangrentaba tierras ajenas allende los mares y, simultáneamente, “invasor” al soldado norteamericano que mancillaba con sus botas una tierra extranjera; también me enseñaron que el singular “imperialismo” carecía de plural. No son muy sabios quienes miran el quehacer socio-político en tiempo de flash, ignorando que la era cibernética consolida los tiempos y ha hecho de las naciones un vecindario iluminado: Sabemos cómo están los terroristas islámicos en la prisión de Guantánamo; pero también conocemos la forma como sobrevivieron los prisioneros en el archipiélago de Gulag. Conocemos la barbarie yanqui en Vietnan y también, de dónde procedían los enjambres que devoraron la primavera de Praga en 1968. Conocemos la atrocidad chavista en su malvada pretensión de hacer tragar al pueblo venezolano los urticantes y puntiagudos erizos de la utopía comunista; ustedes también la conocen.También conocemos la tragedia de la plaza Tianammen y la represión en cada aniversario. Sabemos quiénes son los soportes de las trágicas tiranías que aún sobreviven y las que pretenden incubarse.

Insisto, la libertad y la justicia son bienes universales y es honesto defenderlos de todas las formas de tiranías y en todos los tiempos. Señores, si verdaderamente ustedes son defensores de la justicia social y las libertades, trasciendan sus voces más allá de nuestras fronteras. No se trata de regresar a la Sierra Maestra, a Las Manaclas o a esperar el paso del Tirano por el viejo malecón de Ciudad Trujillo, ¡no! Estoy exigiéndoles que enfrenten las novedosas y monstruosas acciones que hoy tiranizan a nuestro pueblo y a otros con las potentes armas (la palabra en todas sus formas) conque disparan a la mariposa que sobrevuela “A la sombra de mi abuelo”.

Señores, con responsabilidad, dolor histórico y altísimo sentimiento dominicano, les dejo saber a todos los situados en algún nivel de la órbita antitrujillista-estén vivos o estén muertos- que sean admiradores de otras tiranías, que no son mis héroes ni de ningún otro ciudadano dominicano conciente de sus derechos inalienables. Seguirán siendo héroes para quienes no han despertado de la profunda hipnosis que les impusieron los falsos íconos y de quienes son corresponsales con sus ideales. Tampoco son mis héroes aquellos conjurados del 30 de mayo cuyas razones y propósitos eran absolutamente ajenos a la instauración en nuestro país de un verdadero régimen de libertad y justicia.

Héroes e intelectuales, ustedes saben perfectamente que el trujillismo es una cultura; por tanto, está presente y tiene que ser combatido; pero hacerlo detractando el premio a una obra literaria y al contenido de la misma, carece de gallardía y también de gracia. Solo el sensacionalismo noticioso puede darle tanta cobertura a un incidente tan irrelevante. Trujillismo es sinónimo de tiranía, ¿cierto?, entonces confrontemos todas las formas de tiranías que años ha nos hunden en la cultura de la muerte.

Señores héroes e intelectuales, hay que estar muy desfasado en tiempo y espacio para oponerse al otorgamiento de un premio literario con misiles de heroicidad antitrujillista, olvidando insólitamente que el más emblemático de sus patronímicos ascendió a la vice-presidencia de la República en los brazos del más consumado de los trujillistas. Solamente la agnesia crónica o la necesidad de una urgente terapia de notoriedad puede hacerlos olvidar que entre ustedes hay cosigners del adefesio más monstruoso y falaz que ha evacuado parlamento alguno: El que declaró al estadista de los Doce Años como padre de la democracia dominicana. Más monstruoso aun que el nombramiento de Incitatus, el caballo del emperador Calígula, como senador de Roma.

Les pregunto, señores héroes e intelectuales antitrujillistas: Si un Trujillo de 3era, 4ta ó 5ta generación, representando al País en unas olimpíadas u otros eventos, ganara una presea, ¿les protestarían al Comité Olímpico Internacional?

Aida Trujillo, con su laureada novela “A la sombra de mi abuelo”, sin proponérselo, ha abierto una caja de pandoras y poluciones que despierta al monstruo que no puede continuar bajo la hipnosis inducida ni bajo el miedo cómplice a  un antitrujillismo con extraordinaria capacidad para llamar la atención: El análisis histórico del gobierno de un Tirano omnímodo y brutal, y del resto de tiranos y pichones de tiranos que se repartieron el siglo XX dominicano. Un análisis relativo, no absoluto; un análisis objetivo y en igualdad de condiciones para que sobreviva la verdad histórica, para solo beneficio de la presente y futuras generaciones.

Con profunda convicción democrática,

Alfredo Ferreras-P  Ciudadano dominicano(barahonero)

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Israel Valenzuela

El Pastor Israel Valenzuela Peña nació el 12 de agosto de 1976 en Santo Domingo, República Dominicana. Con una licenciatura en Publicidad en la Universidad Autónoma de Santo Domingo y un máster en Administración de Empresas.