Cuando hemos pasado la última prueba, y salimos triunfantes como el buen oro muy refinado, entonces podremos declarar con gozo, que lo más valioso que nos queda:
Es el tesoro de nuestra fe. Todo lo demás son sólo cosas temporales que se van, y se esfuman entre todo, por el camino de la vida. Nada vale, que nos podrá quitar, como es el poder sobre todo: de nuestra fe firme en nuestro dios. Nunca Satanás podrá alcanzar, el tesoro más grande que tenemos: que es el tesoro de nuestra fe.
No somos como los débiles, que cambian por las cosas pasajeras, pierden lo más valioso. Pongan su atención para entender, y apreciará que es la sabiduría, y lo que nos quiere enseñar.
No son las cosas que tenemos, sino en lo profundo del alma, es lo valioso de nuestra fe en cristo. Lo que el hizo por nosotros al derramar su sangre tan preciosa, allá en la cruz del calvario. Es la joya más preciosa que nadie nos podrá quitar: es el poder que tenemos de nuestra fe en el señor.
Nuestro canto de la redención sonará por todos los siglos, de la obra que Cristo efectuó por nosotros, como testimonio vivo, del verdadero agradecimiento que tenemos con dios, que hay en nuestro ser. Es un privilegio ser probado, y así demostrar, que sí somos oro refinado que brillará por toda la eternidad.
javieraguacero.org
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