Satanás fue originalmente creado por Dios: “Todas las cosas por medio de él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho fue hecho” (Juan 1:3).
“Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él” (Colosenses 1:16). Dios no creó el mal. Satanás era perfecto cuando fue originalmente creado por Dios, pero le fue dada una voluntad libre para escoger el bien o el mal:
“Perfecto eras en todos tus caminos desde el día en que fuiste creado hasta que se halló en ti maldad” (Ezequiel 28:15).
La posición anterior de Satanás
La Biblia describe la posición original de Satanás en Ezequiel 28:12-17. Lee este pasaje en tu Biblia antes de proceder con esta lección. Cuando Satanás fue originalmente creado, él era un ángel de Dios. Era un integrante de la clase de los querubines, santo, sabio, hermoso, y perfecto. Fue el líder entre los querubines y es llamado “guardián” o querubín “protector”. Su nombre era originalmente Lucifer que significa “portador de la luz” (Isaías 14:12). Él fue ataviado con piedras preciosas engarzadas en oro (Ezequiel 28:13; Éxodo 28:15-11). Le fue dada una posición en la montaña sagrada de Dios y aparentemente guiaba la adoración (Ezequiel 28:13).
Qué brillante, y hermoso cuadro de Satanás en su posición original es dado en la Palabra de Dios. Es descrito como una gema de piedras preciosas. Pero una gema no tiene luz por sí misma. No es hermosa en un cuarto oscuro. Su belleza reside en su habilidad para reflejar la luz del exterior.
Cuando Dios creó a Lucifer, lo hizo con la capacidad de reflejar la gloria de Dios a un mayor grado que cualquier otro ser creado. Dios era la luz que hacía a Lucifer radiar belleza.
Satanás fue creado originalmente como el ser más elevado entre los criaturas morales de Dios, aunque hay un abismo de diferencia inmensurable entre este príncipe de los seres creados por el Señor y las tres Personas de la Deidad, las cuales no fueron creadas y existen en sí mismas para siempre
Deja una respuesta