Existe cierta relación entre la oración y la lectura de la Biblia. Ellas son la conversación entre Dios y el hombre. Dios nos habla, por ejemplo a través de la Biblia, y nosotros respondemos a través de la oración.
Tal como lo afirma la escritura, orar es hablar con Dios
(Salmos 19:14, Salmos 62:8)
En fin, la oración es el latido de la nueva vida. (Gálatas 4:6)
Dónde debemos orar?
En la Iglesia (Hechos 4:23-31, Mateo 18:18-20)
En nuestro «aposento». La oración personal es insustituible. (Mateo 6:6)
Con que frecuencia debemos orar ( 1 Tesalonicenses 5:6)
Con regularidad (Daniel 6:11)
En ocasiones especiales (Salmos 50:15)
Podemos orar en todo momento y en todo lugar, en la calle y en el trabajo. Pero para la verdadera conversación con Dios hemos de reservamos un tiempo devocional, preferentemente por la mañana.
Otros aspectos a tener en cuenta
La oración debe contener alabanza a Dios (véase por ejemplo el (Salmo103), ruego por perdón de nuestros pecados, peticiones personales, intercesión por otros y agradecimiento. Como oración modelo el Señor Jesucristo nos ha legado el Padrenuestro: (Mateo 6:9-13).
Existen ciertos requisitos para que nuestras oraciones sean correspondidas, que conviene que tengamos en cuenta (Juan 15:7, Santiago 5:16, Mateo 21:22 y Juan 16:24)
Dios no cumple con todos nuestros deseos, pero si con todas sus promesas. (Dietrich Bonhoeffer)
Solamente son correspondidas aquellas oraciones que están en concordancia con la voluntad revelada de Dios. (Hudson Taylor)
Deberíamos reservamos diariamente un tiempo para Dios, en el cual leamos un pasaje de la Biblia y luego oremos
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