Por el camino de las predicas motivacionales no se puede llegar a la gente para que acepte a Cristo, los mensajes motivacionales, hacen a los hombres poderosos y minimizan la figura de Cristo, la motivación es buena pero no se debería predicar a diario. La mayoría de los predicadores de hoy en día, no están bajo autoridad y por eso siempre hablan de sus propias meritos y no los de Cristo y ya estamos cansados de esas palabas vacías,
Queremos y necesitamos la verdad, la verdad es la dignidad del ser humano así como dice la Biblia en Juan 8:32 y conocerán la verdad y esta los hará libre.
El que presta sus oídos para escuchar palabras vacías en vez de orar a Dios para una verdadera revelación, son más ignorantes de los que crucificaron a Jesús.
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