Colorado se convirtió en el vigésimo segundo estado de Estados Unidos en abolir la pena de muerte.
El gobernador Jared Polis promulgó ayer lunes la ley que rechaza la pena capital y conmutó a cadena perpetua las sentencias de tres hombres que esperaban en el corredor de la muerte.
Polis dijo que la conmutación de las penas «de estos individuos despreciables y culpables son consistentes con la abolición de la pena de muerte en el estado de Colorado, y consistentes con el reconocimiento de que la pena capital no puede ser, y nunca ha sido, administrada en forma equitativa en el estado de Colorado».