“En tu presencia hay plenitud de gozo.”
¿Tiene en usted sentido la presencia de Dios?
«Para que habite Cristo por la fe. . «. (Efesios 3: 1 7).
Me preguntó un buen amigo, «Esta usted experimentando la presencia v poder del Espíritu Santo adecuadamente»? Esa es una pregunta de sondeo que cada Cristiano debe hacerse con pausa y consideración.
Yo creo firmemente que cada creyente nacido de nuevo es templo y morada del Espíritu Santo, pero no cada creyente se rinde a Su soberanía. Nuestra experiencia en la presencia divina depende de nuestra forma de rendimos a Él momento a momento. Si por el Espíritu Santo es tener en gran parte nuestras vidas, entonces nosotros debemos hacer una opción deliberada y debemos permitirle tomar el mando total.
El Espíritu quiere llenar nuestras vidas para que Cristo pueda establecerse y puede hacerse sentirse completamente en casa como un residente permanente en nuestros corazones (Efesios 3: 17). Nuestra oración debe ser que Cristo more, aun ahora, en nuestros corazones y que tome el mando como el dueño justo.
Imagine lo que sería experimentar «la plenitud de Dios» (v. 19). Pablo oraba que nosotros fuésemos llenos en o hacia toda la plenitud que está en Dios. Eso no tendrá lugar hasta que nosotros estemos completamente perfeccionados en la semejanza de Cristo a Su venida, pero puede ser ahora nuestra oración y visión. Pablo estaba orando que nosotros nos llenaríamos, lleno, lleno y llenó para siempre, como Dios fuera de Sus crecientes recursos infinitos se vacía en sus redimidos.
David Brainerd escribió en su diario el 21 de abril de 1742, “¡O Mi dulce Salvador! ¿Quién contigo, yo por ti? Y no hay nada en la tierra que yo desee en vez de ti». Entonces él agregó, «Si yo tuviera mil vidas, mi alma los habría extendido enseguida alegremente a todas, para haber estado con Cristo. Mi alma nunca antes disfrutó tanto del cielo; era el más refinado y la mayor estación de comunión espiritual con Dios que yo haya tenido en la vida.»
Oh, para una relación de amor maduro, íntima con Cristo. El Espíritu Santo siempre nos apunta a Él y que la llenura de su presencia y poder están totalmente más allá del hombre. Es de ese recurso interno «para que os dé, conforme a las riquezas de gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu» y » para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones. . .» (Efesisos 3: 1617).
La llenura y mando de nuestras vidas por el Espíritu Santo no son automáticas. Nosotros nos bautizamos una vez que nosotros creemos en Cristo como nuestro salvador, pero llenos muchas veces. Es una opción deliberada que nosotros hacemos cada día. Estar autorizando la presencia del Espíritu Santo en nosotros nos permite que vivamos una abundante vida espiritual.
«¿Siente usted que está experimentando la presencia y poder del Espíritu Santo adecuadamente»? Por qué respondió usted de esa manera? Cuando Él está al mando, nuestras mentes son cautivadas en las cosas espirituales (Romanos 8:5). ¿Tiene usted el más grande completo deseo de conocer al Señor Jesucristo y el compañerismo con Él? Ése es el trabajo del Espíritu Santo en su corazón. ¿Quién está en control de su vida? ¿Ha hecho usted una opción deliberada consciente que permita al Espíritu Santo estar a cargo de su vida? ¿Es Él dinámico, formador, controlador de la presencia en su vida hoy? ¿Cómo puede volverse Él una realidad en la vida-presente diaria?
¿Tomará usted una decisión consciente para permitir a Jesucristo gobernar su vida desde este día en adelante? Sabe cuando es el momento que comienza el compromiso solemne de permitirle tomar el control de mi vida diaria. «Señor Jesús yo me doy en este día a tí. Yo me hago disponible en ti de vivir tu vida en y a través de mí. Toma estas manos y pies, esta lengua y estos ojos, y permítales expresar un corazón lleno de tu plenitud. Ahora, ven, vive dentro de mí en este día. Yo me rindo a ti.»