Volveos a mi reprensión; he aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros, y os haré saber mis palabras. —Proverbios 1:23
No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Someteos unos a otros en el temor de Dios. —Efesios 5:18-21
Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad. —Filipenses 2:13
¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. —1 Corintios 3:16; 6:20
Todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios. —Hechos 4:31b
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