La declaración más directa con respecto a congregarse con los santos es Hebreos 10:25, “no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca”. Los cristianos tomaron “la costumbre”, o se formaron el hábito, de dejar la asamblea pública de los santos. El escritor hebreo dijo que esto no debía ser así.
Dejar de congregarse es un pecado, pero también es un síntoma de un problema más grande en la vida de un cristiano. Un cristiano fervoroso, fuerte, creciente no deja de congregarse.
Cuando la “costumbre” de algunos es dejar de congregarse, hay otros problemas a los que nos debemos dirigir. Tal como los doctores usan los síntomas para diagnosticar la enfermedad, deberíamos tratar el dejar de congregarse como un pecado, pero también buscar los otros pecados que pueden estar causando que uno deje de congregarse.
Por medio del estudio de la carta a los hebreos, uno puede ver varios problemas con los que el autor está preocupado. Es muy probable que dejar de congregarse era un síntoma de estos problemas. Por medio de identificar los otros problemas, podremos entender por qué “la costumbre de algunos” era dejar de congregarse. Esto podría ayudarnos a entender qué clase de cristianos dejan de congregarse hoy y qué interés deberíamos tener por ellos.
Algunos cristianos que dejan de congregarse probablemente lo saben mejor, pero de cualquier manera lo hacen. “Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados” (Heb. 10:26). Cuando un cristiano puede reunirse con los santos, pero no lo hace, se está olvidando de su responsabilidad. Ciertamente, esto es pecar voluntariamente.
En Peligro de Deslizarse, Negligente (Heb. 2:1-3)]
Algunos cristianos que dejan de congregarse es probable que descuiden la verdad. “1Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. 2Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, 3¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron” (Heb. 2:1-3).
Algunos cristianos que dejan de congregarse es probable que tengan un corazón malo de incredulidad. “Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo” (Heb. 3:12). Los cristianos hebreos estaban en peligro de tener corazones malos de incredulidad. ¿Qué es un corazón malo de incredulidad? Es un corazón endurecido por el engaño del pecado (Heb. 3:13). Es un corazón dado a la rebelión (Heb. 3:8,15). Este es un corazón de aquellos que pecan (Heb. 3:17). Tal corazón lo lleva a uno a la incredulidad a pesar de conocer la verdad (Heb. 3:19). Engañado por el pecado y llevado a la incredulidad, el corazón malo hará que algunos dejen de congregarse.
Puntos Importantes
.- CUANDO NOS CONGREGAMOS CRECEMOS COMO CRISTIANOS (Hebr. 5.12)
.- EN LA CONGREGACION APRENDEMOS A RECONOCER LO QUE ES BUENO Y LO QUE NO ES (Hebreos 5.14)
.- RECIBIMOS EL APOYO DE LOS DEMÁS MIEMBROS DE LA IGLESIA (Hechos 2.44-45)
Dios envió a Jesús a la tierra a salvar al hombre y a establecer su iglesia para que cada persona pudiera formar parte de su gran familia y en unidad impactar al mundo entero. Para comenzar a ser parte de esta familia solamente tienes que comenzar aceptando a Jesús como Señor y salvador.
Fuente: aguilascfc.blogspot.com
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